Acreditación de centros:
Nº 17 Sección 2ªicass - Nº39/C222


Ejercicios contra el Alzheimer

Uno de los males más devastadores y que más afectan hoy en día a nuestros mayores el mal de Alzheimer. Una enfermedad de la que aún se desconocen las causas que las provocan y que se ha convertido en un importante tema de debate para la comunidad científica. Hoy queríamos desde Geriátricos de la Hoz, dar una serie de consejos que podrían evitar que nos afecte esta terrible enfermedad, o al menos para reducir su impacto. Cómo toda enfermedad degenerativa, levar unos hábitos saludables pueden ayudar a esquivar este mal. Uno de estos hábitos es dejar de fumar, ya que el tabaco puede provocar pequeños problemas cerebro vasculares que podrían derivar en una degeneración neuronal que provoque Alzheimer. Llevar una dieta saludable también puede ayudar a reducir su impacto, así como hacer ejercicio mínimo 3 veces a la semana. Por otro lado hay ciertos ejercicios que podrían ayudarnos y son extremadamente sencillos de realizar. Son una forma de estimulación cerebral para mantener nuestras neuronas activas, como por ejemplo intentar usar la mano que menos usemos, es decir usar la mano izquierda en caso de ser diestro para abrir cajones, lavarse los dientes, comer o escribir. Otro ejercicio que puede ser divertido es el de bañarse una vez a la semana con los ojos cerrados, potenciando así el resto de los sentidos. Incluso cosas tan banales como leer en voz alta o cambiar de ruta para ir a trabajar pueden beneficiar a nuestro cerebro. Lo más importante es no dejar nunca de alimentar a nuestro cerebro porque las rutinas y el estancamiento hace que nos vayamos deteriorando poco a...
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Juegos para ejercitar la memoria de los más mayores

Las personas de la tercera edad deben de tener especial cuidado con la pérdida de memoria a corto plazo ya que esto afecta a su calidad de vida y a la de los seres queridos que les rodean. Si tienes a una persona mayor a tu cuidado, podrás ayudarla a mejorar su memoria poniendo en práctica una diversidad de juegos diseñados para aumentar la agudeza y la percepción. Estos juegos además de ser divertidos ayudan a estimular la unión y el espíritu de grupo de estas personas. Juego de memoria con cartas Este clásico juego de cartas es una excelente manera de ejercitar la memoria. Coloca todas las cartas de una baraja boca abajo formando 4 filas y 13 columnas. El primer jugador levantará dos cartas al azar. Si coinciden, las guardará y continuará jugando. Si los números son diferentes, tendrá que ponerlas de nuevo boca abajo y el turno pasará al siguiente jugador. Al ir descubriéndose más y más cartas, los jugadores tendrán que recordar en qué lugar de la cuadrícula se encuentran. El jugador que haya conseguido el mayor número de pares al final del juego ganará la partida. Simon dice El juego “Simón dice” sirve para ejercitar los reflejos y la memoria. Es apropiado para personas mayores que ya estén experimentando pérdidas de memoria. Ponte de pie al frente de la habitación y realiza alguna acción, como ponerte las manos en la cabeza. Describe la acción comenzando con “Simón dice”. Por ejemplo: “Simón dice que te pongas las manos en la cabeza”. Los participantes tendrán que ir imitando lo que haces hasta que describas el gesto que estés haciendo sin decir antes “Simón dice”. Todas las personas que repitan el gesto quedarán eliminadas. Este juego requiere que las personas mayores recuerden rápidamente los nombres de las distintas partes del cuerpo. Poner nombre a la melodía Este juego es ideal para ejercitar y poner a prueba la memoria a largo plazo, además de hacerles rememorar su juventud, lo cual les hace sentirse muy bien . Monta diversas grabaciones de canciones que fueron populares cuando estas personas eran jóvenes. Haz sonar un trocito de una de las melodías. Los participantes tendrán que anotar el nombre de la canción y el artista. Haz sonar de 10 a 15 canciones diferentes. Da las respuestas correctas una por una. Ganará el juego el participante que haya tenido el mayor número de...
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Ejercitar la memoria

Ejercitar la memoria es algo que nos viene bien a todos, pero sobre todo a las personas mayores. Pero para mejorarla hay que trabajarla. La memoria es como una máquina, si no la ejercitas y “engrasas” bien acaba oxidándose. Por esto nosotros os recomendamos que empecéis a trabajar vuestra memoria desde ya. Para ello os ofrecemos una serie de consejos: La memoria se adormece si no la hacemos trabajar. La mejor forma de mantenerla despierta es utilizarla cada día. Hay que fijarse objetivos concretos, fáciles al principio y paulatinamente más ambiciosos. Entre las principales técnicas de memorización se puede elegir la que mejor nos convenga. También podemos crear nuestros propios trucos mnemotécnicos, sin olvidar que retendremos mejor aquello que nos divierte. Es preferible ejercitar la memoria diez minutos al día que tres horas seguidas a la semana. Con un esfuerzo progresivo y dosificado, los resultados son mejores y más duraderos.- Hay que aprender a relajarse para poder concentrarse: el estrés favorece los bloqueos de memoria. Repetirse a uno mismo que nadie está libre de un fallo de memoria puede ayudarnos a relativizar la propia inquietud. Jugar, relacionarnos con los demás, dedicarnos a nuestras aficiones y relaciones personales son actividades que garantizan una memoria en...
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¡Trabaja tu memoria!

Ejercitar la memoria es algo que nos viene bien a todos, pero sobre todo a las personas mayores. Pero para mejorarla hay que trabajarla. La memoria es como una máquina, si no la ejercitas y “engrasas” bien acaba oxidándose. Por esto nosotros os recomendamos que empecéis a trabajar vuestra memoria desde ya.  Para ello os ofrecemos una serie de consejos: La memoria se adormece si no la hacemos trabajar. La mejor forma de mantenerla despierta es utilizarla cada día. Hay que fijarse objetivos concretos, fáciles al principio y paulatinamente más ambiciosos. Entre las principales técnicas de memorización se puede elegir la que mejor nos convenga. También podemos crear nuestros propios trucos mnemotécnicos, sin olvidar que retendremos mejor aquello que nos divierte. Es preferible ejercitar la memoria diez minutos al día que tres horas seguidas a la semana. Con un esfuerzo progresivo y dosificado, los resultados son mejores y más duraderos. Hay que aprender a relajarse para poder concentrarse: el estrés favorece los bloqueos de memoria. Repetirse a uno mismo que nadie está libre de un fallo de memoria puede ayudarnos a relativizar la propia inquietud. Jugar, relacionarnos con los demás, dedicarnos a nuestras aficiones y relaciones personales son actividades que garantizan una memoria en...
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