Acreditación de centros:
Nº 17 Sección 2ªicass - Nº39/C222


Actividades para reactivar el cerebro

Los humanos dividimos el cerebro en dos hemisferios que trabajan, aunque conjuntamente, diferentes aspectos de nuestra personalidad. Con el paso del tiempo, y a medida que la edad aumenta, tendemos a dejar de trabajar la parte derecha donde almacenamos nuestro lado creativo, instintivo, emocional, imaginativo, artístico y la memoria. La parte izquierda la trabajamos diariamente inconscientemente, pues está conformada por el lenguaje escrito, la lectura, razonamiento y el lenguaje hablado, entre otros. Es realmente importante no dejar de hacer actividades que activen ambos hemisferios indistintamente de nuestra edad o sexo. Por ese motivo, los niños y niñas tienen actividades dentro y fuera del colegio, para que sus mentes se encuentren en constante aprendizaje y evolución. Los adultos mayores en especial necesitan reactivar estas actividades y preparar un espacio donde se fomenten y se desarrollen dichas facultades y no resulte costoso. De hecho, es recomendable que forme parte de las actividades cotidianas. Con la realización de puzles se obtienen infinidad de beneficios, principalmente mantener la mente ágil desde la infancia hasta la vejez. De hecho, diversos estudios han demostrado que son muy buenos como defensa contra el Alzheimer. El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta directamente en la pérdida de memoria que degenera en demencia. Tiene más influencia en adultos de avanzada edad. “Más que simplemente proporcionar resistencia a la enfermedad de Alzheimer, las actividades de estimulación del cerebro pueden afectar a un proceso patológico primario de la enfermedad” según William Jagust, investigador y profesor del Instituto de Neurociencia de la Facultad de Medicina de la Universidad de California. Por lo tanto, tener la mente activa es algo fundamental para el buen mantenimiento de nuestra salud mental. Por eso, leer, escribir, hacer sudokus, crucigramas o puzles son esenciales en nuestro día a día.   Fuente: Social Media...
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En Japón trabajan robots en residencias de ancianos

El envejecimiento de la población hace evidentemente que cada vez haya personas mas mayores y que por tanto se necesiten más profesionales para su cuidado. En países como Japón, tienen más de 2 millones de personas que se dedican a la atención geriátrica y estiman que para 2025, necesitarán 4 millones de personas. Y todos conocemos a los japonenes y cómo son. Por eso una de sus soluciones como no podría ser de otra forma es tecnológica. Están creando robots que puedan atender a personas mayores. Hasta e Gobierno da ayudas económicas a las empresas que se encargan de investigar este tipo de robots. Su intención es que estén acabados en 2016 y que cada uno cueste sobre los 1.000 dólares. ¿Qué tipo de tareas podrán realizar estos robots? Pues algunas como trasladar a la persona hasta el baño, ayudarle a caminar, o controlar que se tome sus medicinas a la hora y en las cantidades adecuadas. Los robots no sustituirán a los profesionales pero la intención es proporcionar más independencia, por ejemplo, a las personas con poca movilidad. Algunos de los primeros resultados de estos desarrollos por parte de las empresas pudimos verlos a finales de 2014 En una exhibición dell Ministerio de Economía de Japón enseñaron algunos de sus avances, como elCyberdyne Inc., un robot que ayuda a caminar a la gente con movilidad reducida. y que tendrá un precio de unos 1880 dólares. Además investigan otros para ayudar a las personas con demencia. El robot Paro tiene forma de bebé foca y tiene inteligencia artificial por lo que puede aprender cosas con la experiencia. Son robots que tienen también fines terapeúticos para el trtamiento de ciertas enfermedades. Aún así su uso se limitará a ciertas actividades ya que hace unos años cuando intentaron instaurar máquinas Tmsuk, unos robots guía, en los hospitales, los pacientes los rechazon ya que preferían la atención...
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La isla griega en la que hacerse mayor no es un problema

Cristina Kochila tiene tantas arrugas en la piel que sería difícil contarlas todas hasta para el más experto de los científicos. El pelo se le aclaró hace ya décadas. Es de un delicado blanco grisáceo, como el de las nubes que divisa desde su ventana mientras hace croché. Han traído lluvia en los últimos meses, y mucha: «este es el peor invierno que recuerdo», rememora, con voz queda pero segura. No lo dice cualquiera. Es el centésimo tercer invierno que otea desde su ventana. Nació en 1912 en un lugar muy especial: Icaria, la pequeña isla del mar Egeo griego donde los ancianos parecen haberse olvidado de morir. Es un lugar mágico, de tan solo 10.000 habitantes y a 50 kilómetros de Turquía, donde cada piedra despierta tradición. Allí cayó Icaro, según la mitología helena, cuando se le derritieron sus alas de cera, tras intentar alcanzar el sol volando. Quién sabe si dejó el secreto de la longevidad. Sus pobladores viven diez años más de media que los ciudadanos de Europa occidental y EEUU. Tienen dos veces y media más de posibilidades de llegar a los 90 años -alcanzan esa edad cerca de un tercio de sus habitantes- y en sus tierras hay proporcionalmente diez veces más parejas de hermanos nonagenarios que la media europea, según los expertos. No solo alcanzan más edad, sino que lo hacen en un mejor estado de salud. Quienes viven allí tienen, por ejemplo, un quinto de las posibilidades de desarrollar demencia senil o Alzheimer con respecto a los norteamericanos: «Nunca nos sentimos insatisfechos. Ejercitamos la mente, recordamos, pensamos…a mí me gusta leer y escribir por mí misma», explica Cristina, con la lucidez de una persona de mucha menos edad. Hace 103 años, cuando nació, la isla aún estaba bajo dominio del Imperio Otomano, por insólito que parezca. Pasó los duros aguaceros del invierno ya saliente tejiendo en su silla de plástico frente a la cristalera que protege su hogar de los fuertes, pero limpios, vientos del lugar. Ya fueron mencionados por Homero en la Ilíada. El efecto de Eolo aisló a la isla durante décadas. La larga distancia que separa a Icaria de la Grecia continental continúa suponiendo un obstáculo para la llegada de las más actuales vanguardias y estilos de vida. Recibe pocos turistas. Esa lejanía puede ser uno de los factores de la longevidad de sus gentes. Muchos ancianos continúan teniendo...
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26 DE JULIO: DÍA DEL ABUELO

El día 26 de este mes se celebra el día del abuelo en nuestro país, por eso desde Geriátrico de la Hoz os queremos contar como nació el día que les hace homenaje a nuestros mayores. La historia del Día del Abuelo comenzó en el pueblo de Oak Hill, en Virginia el Oeste, con Marian Lucille Herndon McQuade, una ama de casa, madre de 15 hijos y abuela de 40 nietos. Desde niña desarrolló una estrecha relación con su abuela, con quien compartía mucho tiempo. Ella enseñó a su nieta a apreciar y a respetar los ancianos. Juntas visitaban a los abuelos de la comunidad. Con los años, Marian Hemdom desarrolló un interés especial en los ancianos. Este cariño la motivó a iniciar una campaña para celebrar un día completo en honor a ellos. El 1973 marcó la historia: se celebró y declaró el primer Día del Abuelo en Virginia del Oeste. Pocos años después, el Congreso apoyó la moción de la mujer. Un día después del Labor Day (Día del Trabajo) se celebra el National Grandparents Day (Día Nacional de los Abuelos). Las fechas del Día del Abuelo varían de país a país, pero todas tienen un objetivo: rendir homenaje y agradecer a los abuelos por ser mucho más que miembros de la familia. Son aliados, amigos, confidentes, consejeros y hasta segundos papás. Una frase inspiradora para esta fecha afirma que «nadie puede hacer por los nietos lo que hace el abuelo». Por eso, a todos ellos: ¡feliz Día del Abuelo!...
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POTENCIAR EL AUTOESTIMA DE ESA PERSONA MAYOR

Al llegar a una avanzada edad, muchas personas tienden a perder su autoestima y a sentirse inútiles para la sociedad. Para paliar este problema hay que favorecer el hecho de que estas personas se sientan capaces de realizar las tareas cotidianas. Si el cuidador es capaz de potenciar la autonomía de su familiar, éste se sentirá más competente. Modos de mejorar la autoestima de las personas mayores dependientes: – Potenciar la autonomía. Seguir las recomendaciones anteriores es una importante forma de potenciar la autoestima. – Permitir que el familiar tome las decisiones que le afectan y consultar sus preferencias hará que sienta que tiene control sobre su propia vida. La persona mayor ha de asumir esas decisiones como objetivos propios. Por ejemplo, la opinión del mayor es importante cuando hay que realizar cambios en la casa, cuando es necesario utilizar servicios sociales y ayudas externas a la propia familia (por ejemplo, contratar a una persona que le cuide, etc.) o cuando es necesario que se traslade a casa de los hijos o a una residencia. – Conseguir que la persona mayor se sienta útil. Para ello se le puede encomendar tareas sencillas que se sepa que puede hacer (ir doblando la ropa mientras la cuidadora plancha, por ejemplo). También pueden simplificarse las labores que se le piden para que pueda realizarlas paso a paso. Pueden compartirse las preocupaciones con el familiar al que se cuida acerca del trabajo, los hijos, los amigos, etc. La búsqueda del consejo de la persona mayor es la mejor muestra que se le puede dar sobre su valía. – Procurar que el familiar asuma responsabilidades en la medida de sus capacidades. Se le puede pedir, por ejemplo, que quite y ponga la mesa, que haga la cama, que se encargue de las plantas, etc. Hay que tener en cuenta que es más fácil mantener costumbres que crearlas. – Respetar la intimidad durante las tareas del cuidado porque éste conlleva con frecuencia una gran proximidad física entre los cuidadores y los familiares. Costumbres como llamar a la puerta de su habitación o respetar sus deseos de permanecer a solas son aconsejables para salvaguardar su...
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