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La isla griega en la que hacerse mayor no es un problema
Cristina Kochila tiene tantas arrugas en la piel que sería difícil contarlas todas hasta para el más experto de los científicos. El pelo se le aclaró hace ya décadas. Es de un delicado blanco grisáceo, como el de las nubes que divisa desde su ventana mientras hace croché. Han traído lluvia en los últimos meses, y mucha: «este es el peor invierno que recuerdo», rememora, con voz queda pero segura. No lo dice cualquiera. Es el centésimo tercer invierno que otea desde su ventana. Nació en 1912 en un lugar muy especial: Icaria, la pequeña isla del mar Egeo griego donde los ancianos parecen haberse olvidado de morir. Es un lugar mágico, de tan solo 10.000 habitantes y a 50 kilómetros de Turquía, donde cada piedra despierta tradición. Allí cayó Icaro, según la mitología helena, cuando se le derritieron sus alas de cera, tras intentar alcanzar el sol volando. Quién sabe si dejó el secreto de la longevidad. Sus pobladores viven diez años más de media que los ciudadanos de Europa occidental y EEUU. Tienen dos veces y media más de posibilidades de llegar a los 90 años -alcanzan esa edad cerca de un tercio de sus habitantes- y en sus tierras hay proporcionalmente diez veces más parejas de hermanos nonagenarios que la media europea, según los expertos. No solo alcanzan más edad, sino que lo hacen en un mejor estado de salud. Quienes viven allí tienen, por ejemplo, un quinto de las posibilidades de desarrollar demencia senil o Alzheimer con respecto a los norteamericanos: «Nunca nos sentimos insatisfechos. Ejercitamos la mente, recordamos, pensamos…a mí me gusta leer y escribir por mí misma», explica Cristina, con la lucidez de una persona de mucha menos edad. Hace 103 años, cuando nació, la isla aún estaba bajo dominio del Imperio Otomano, por insólito que parezca. Pasó los duros aguaceros del invierno ya saliente tejiendo en su silla de plástico frente a la cristalera que protege su hogar de los fuertes, pero limpios, vientos del lugar. Ya fueron mencionados por Homero en la Ilíada. El efecto de Eolo aisló a la isla durante décadas. La larga distancia que separa a Icaria de la Grecia continental continúa suponiendo un obstáculo para la llegada de las más actuales vanguardias y estilos de vida. Recibe pocos turistas. Esa lejanía puede ser uno de los factores de la longevidad de sus gentes. Muchos ancianos continúan teniendo los mismos hábitos que hace medio siglo. ¿Cuáles son sus secretos ancestrales? El ejercicio físico es primordial. A Cristina, por ejemplo, le encanta bañarse en el mar. Saltaba todos los días hasta hace unos pocos meses. La principal actividad de la isla es andar. Los ancianos de Icaria han pasado años caminando por las escarpadas montañas de la isla. Las carreteras no llegaron hasta los años 60, dicen los vecinos, y para ir a la escuela o visitar a un pariente, había que caminar decenas de kilómetros campo a través. A Eleftheri, de 82 años, la encontramos bajando una escarpada cuesta de Galiskari, una de las localidades de la isla. Nadie diría que tiene esa edad, si la pista fuese su agilidad. Camina todos los días, incluso a los pueblos cercanos, a algo más de un kilómetro. Andar es salud, dicen los doctores. Quizás ello explique que los icariotes vivan...
Leer MásCiencia para derrotar a la vejez
Vivir más, pero a qué precio. Muchas personas se preguntan esto cuando ven las cifras de muertes anuales por cáncer, ocho millones, o el número de personas con demencia en el mundo, en torno a 47,5 millones. Parece que el ser humano está cada vez más enfermo. Pero la realidad es que nunca antes en la historia de la humanidad ha habido tantas personas centenarias y nunca antes llegar a los 60 significaba tener 20, 30 o 40 años por delante. Los avances sociales, médicos y culturales han permitido esto, por lo menos en un puñado de países privilegiados. Sin embargo, no es suficiente. Mantener la salud hasta el final de la vida es el principal objetivo de muchos grupos científicos y empresas tecnológicas, que ahora han girado su foco hacia el envejecimiento como la clave, una vez desentrañado su mecanismo, para luchar contra la mayoría de las enfermedades que asolan a la especie humana. Que una gran compañía como Google haya invertido cientos de millones de dólares en un centro de investigación llamado Calico cuyo objetivo es estudiar el envejecimiento, no es casualidad. Tampoco lo es que Craig Venter, uno de los responsables de la secuenciación del genoma humano en 2004, haya creado Human Longevity Inc (HLI) para, en palabras del cofundador de la empresa, Peter Diamandis, «que los 100 años sean los nuevos 60». Detrás de estas iniciativas, además de empresarios visionarios, están cientos de científicos que van a aportar su bagaje para desarrollar tratamientos y, claro está, negocio. Pero más allá de los conflictos éticos que puedan aparecer en relación con problemas como quién manejará información tan sensible como los datos genómicos y clínicos de miles de pacientes, lo cierto es que el interés despertado se basa en los avances que la ciencia ha realizado recientemente. A principios de los 90, pocos científicos estaban interesados en el envejecimiento. Entre ese puñado de entusiastas se encontraba Cynthia Kenyon, una bioquímica estadounidense quien descubrió que una mutación en un gen del gusano Caenorhabditis elegans le hacía duplicar su vida. Hallazgos como los de Kenyon, que ahora ha pasado a formar parte de la empresa Calico, animaron a muchos grupos a enredar en el laboratorio con ésta y otras especies animales, como el ratón. Empezaron a multiplicarse los resultados pero, en muchas ocasiones, eran contradictorios. El reto siguiente fue saber qué grado de conocimiento real hay sobre el envejecimiento, si existe ya alguna manera de alargar la vida que se pueda medir. Marcadores A estas y otras preguntas trataron de responder hace dos años un grupo de investigadores en un artículo de revisión, publicado en la revista Cell y llamado The Hallmarks of Aging (los marcadores del envejecimiento), uno de los más citados desde entonces por los grupos científicos interesados en este tema. «El envejecimiento durante mucho tiempo fue aproximado en términos de teorías que permiten explicar por qué se envejece. Desde el principio, lo que pretendimos con nuestro afán integrador fue hablar de los conceptos moleculares que tuvieran una manera concreta de cuantificarse y medirse. Diseccionamos esta complejidad en apenas nueve procesos que sufren alteraciones a medida que cumplimos años y además establecimos una jerarquía», explica Carlos López Otín, catedrático en el área de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Oviedo y uno de los autores de...
Leer MásArc Pen, un bolígrafo para enfermos de Parkinson
Una de las consecuencias de sufrir Parkinson es la micrografía, que es la dificultad a la hora de escribir que puesto que la letra se va haciendo cada vez más pequeña e ilegible. Esto hace que con el tiempo las letras se acaben conviertiendo en simples líneas. Y este es el problema que intenta solucionar Arc Pen, un bolígrafo especialmente pensado diseñado para tratar de ayudar a las personas con Parkinson a la hora de escribir. El bolígrafo está preparado para detectar los movimientos involuntarios de la mano de cada enfermo y produce una vibración en función de estos con el obejtivo de darle estabilidad. Con esto no sólo se consigue que la escritura sea más legible, sino que sus creadores aseguran que también reduce el dolor y relaja sus músculos. Los responsables de su diseño son Dopa Solutions, un grupo de diseñadores del Imperial College London y del Royal College of Ars del Reino Unido. Afirman haber probado el prototipo de su invento en 14 personas con micrografía y aseguran haber conseguido mejorar la escritura de los pacientes en un 86% de los casos. Por el momento están buscando financiación para seguir con el desarrollo del proyecto y poder así devolver la facilidad de escritura a las personas con esta...
Leer MásNuevos métodos para detectar el Alzheimer
Automatic Spontaneous Speech Analysis (ASSA): análisis automático del habla espontánea. Así se denomina un proyecto en desarrollo por parte del grupo de investigación multidisciplinar ELEKIN de la UPV/EHU cuyo principal objetivo es dar con una técnica de detección precoz del Alzheimer que no incluya necesariamente exámenes médicos. El método que están desarrollando en la Universidad del País Vasco se basa en la grabación de los pacientes a estudiar mientras cuentan una experiencia propia relacionada con su vida y que pueden hacer de forma relajada y sin sentirse estudiados en ningún momento. Posteriormente, esa grabación es analizada mediante algoritmos para determinar si se incluyen parámetros que puedan significar un inicio de la enfermedad del Alzheimer. Poner precisión a impresiones de los médicos El sistema ASSA recurre a la cuantificación de elementos y detalles que ahora mismo se valoran en los pacientes a simple vista pero a los que se quiere dotar de más precisión tanto en la recogida de los datos como en el almacenamiento y seguimiento. Una vez con la grabación del relato del paciente el sistema analiza de forma automática el contenido para detectar y valorar parámetros definidos por el equipo médico como pueden ser las pausas que el paciente realiza para recordar una palabra. El estudio es bastante amplio, y se incluye no solo a enfermos sino a personas que por antecedentes familiares podrían acabar desarrollando la enfermedad, así como a personas completamente sanas y sin antecedentes. El objetivo es disponer de suficientes datos para incluso analizar la fase preclínica. Por ahora la técnica ASSA está en fase de estudio y no se usa en ningún centro médico. La esperanza de sus desarrolladores es que en el futuro pueda poder implementarse como un sistema de detección rutinario no invasivo y muy económico (en comparación con los sistemas invadidos actuales). Fuente: xataka.com (Javier...
Leer MásMovilización de personas dependientes
Estos consejos están sacados del libro «Guía de cuidados de personas mayores«, editado por Andrés Pérez Melero, publicado por la Editoral Sintesis, y que podéis comprar siguiendo este enlace. «Guía de cuidados de personas mayores«, es un libro que está dirigido a proporcionar a todas aquellas personas que tienen la responsabilidad de atender a las personas mayores una información detallada de cuáles osn las patologías más habituales que se van a encontrar y la forma más conveniente de colaborar en su cuidado. Se presta especial atención a todos aquellos aspectos que tienen que ver con la administración de medicamentos y con la asunción de hábitos saludables que redundan también en la prevención. Se aborda así la alimentación, las posturas más correctas, los útiles más extendidos, etc. Todo ello escrito en un lenguaje sencillo y en el que se ha huido de todo tipo de tecnicismos....
Leer MásPirámide alimentación saludable para mayores de 70 años
Otros aspectos genéricos que contribuyen a facilitar una ingesta adecuada por parte de los ancianos que viven en residencias es el fraccionamiento de la ingesta en cuatro o más comidas, la inclusión de propuestas gastronómicas relacionadas con las fiestas y tradiciones religiosas, la adaptación de las texturas de los platos a las dificultades más habituales para tragar, una adecuada iluminación del espacio y el uso de utensilios adaptados, entre...
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